Oraciones Religiosas

Oh admirable San Antonio , glorioso por la celebridad de los milagros que has obrado, que tuviste la dicha de tener en tus brazos al Señor en forma de tierno niño, obtén para mí de Su bondad la gracia que ardientemente deseo en los más íntimos rincones de mi corazón. Vosotros, que fuisteis tan amables y generosos con los pobres pecadores, no miráis los pecados de los que ahora os suplican, sino la gloria de Dios, que será exaltada una vez más por vosotros, y la salvación de mi alma, tan unida a la petición que ahora deseo urgentemente desde lo más íntimo de mi corazón. Como vestidura de gratitud, prometo llevar una vida más conforme a las enseñanzas del Evangelio y consagrada al socorro de los pobres, a quienes tanto habéis amado y a quienes tanto amáis hoy. Bendice esta promesa que te hago y alcánzame la gracia de serle fiel hasta la muerte. ORACIÓN FINAL DE NOVENA Oh cuerpo astral de España, Perla de la pobreza, Antonio, Padre de la ciencia, Ejemplo de pureza, Luz de Italia, D...

Mi muy amado Protector, ¡San Antonio! Aquí estoy, a tus pies, plenamente confiado en tu poderosa intercesión. Mírame con ese espíritu de dulce y tierna compasión con que mirabas a los pobres. Pobre de mí, mi Santo Santo! Me veo lleno de miseria. Para mí la vida es una lucha continua. Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡cuánto necesito y cuánto espero tu amorosa protección! Concédemelo, te lo pido humildemente, para que tu nombre de hacedor de milagros pueda ser glorificado de nuevo. Creo en tu poder, espero tu bondad, amo tu corazón de padre y bendigo a Nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén. Medita en la reflexión de hoy. DÍA 9 San Antonio, protector de todos los que sufren.  Todos y cada uno de los sufrimientos, en cualquiera de sus manifestaciones; el dolor del pecado, la pérdida de la salud, la falta de recursos, las persecuciones injustas, la ausencia de paz, las preocupaciones más profundas, la enorme tristeza .......

Dios de todos los dioses y Señor de todos los señores, Creador de las órdenes ardientes y Hacedor de todo lo que está en los Cielos y debajo de los Cielos. Tú a quien ningún hombre ha visto ni podrá ver, y ante quien tiemblan todos los que existen. Por el orgulloso y arrogante arcángel Tú, Dios, los arrojaste a la Tierra y junto con esos ángeles que se unieron con él y a través de la ira y la ira se convirtieron en demonios; los atrapaste y los encerraste en las profundidades del infierno. Haz que esta oración hecha en tu nombre sea tan poderosa, que sea implacable contra el señor del mal y contra todos sus espíritus malignos, que fueron todos arrojados del resplandor celestial, y haz que huyan, ordenándoles que se alejen de este lugar sin causar ningún daño a los que reciben la señal de la Santa Cruz. Esto es para que, Tus siervos, habiendo sido dicha Tu Voluntad, acepten el sello del poder Divino que nos permite pisar serpientes y escorpiones, y todas las fuerzas enemigas. P...